Algo que quería decirte sobre la curiosidad

La espontaneidad y la profundidad con la que formulas tus preguntas des balancean mi estabilidad. Y es que tu curiosidad penetra tenaz dentro de alguna de mis burbujas creativas en los momentos más inesperados. Explotándolas y llevándolas a otra realidad muy diferente. Lo hacen casi siempre, cuando mi mente está concentrada en alguna responsabilidad, de esas que se cargan por docenas durante un día cualquiera.

Papi… ¿Cómo se contagian los bostezos?

La verdad es que seria un poco injusto de mi parte si me limitara a reflexionar sobre tu curiosidad, pensando solo en tus fabulosas preguntas, sin abrirme a las múltiples maneras como desarrollas esa habilidad, de siempre necesitar saber más.

Quizás antes de continuar valdría la pena acotar…

¿Para qué hablar sobre tu curiosidad?

En seguida, te respondería

¿Por qué no? y continuaría…

¿No te intriga?

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Foto por @sofisfiligoy

Evidentemente, estaría intentando de una manera un tanto ingenua de mi parte (como siempre subestimando tu perspicacia) lanzarle un señuelo a esa virtud tuya.  Con la que, en cada uno de esos cuestionamientos generas una oportunidad clara de descubrir una opción o una alternativa que de seguro, te será útil en algún momento de tu vida.

Partiendo de que tu necesidad de entender es mayor a tu tentación de parar o detenerte, te reafirmo que tu curiosidad es… Una cualidad para siempre utilizar y desarrollar.

Por supuesto, ella sola, no tiene gran trascendencia. Solo podría adquirir la fortaleza necesaria para generar grandes transformaciones en tu vida, en el momento que la combinaras con otras de tus virtudes… ¿Cuáles? Aquí justamente se encuentra la clave para que tu curiosidad vigorice a las opciones y a las soluciones que puedas ir construyendo a lo largo de tu camino.

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Foto por @gsmetas

La porosidad al deslizar

No recuerdo si me lo dijiste en estos términos, pero si tengo la claridad que lo descubriste con el simple hecho de permitirte fluir y sentir lo que querías vivir…

Patinar con fuerza y control, en casi cualquier lugar.

El tema de tu rodar para mí se inició durante los primeros meses de mi aprendizaje a vivir sobre ruedas. En ese tiempo, yo no era muy hábil con mi silla y debía cargar con el pesado lastre de mis barreras mentales.

Las que construían grandes obstáculos bastante mayores que los reales.

Cualquier simple acción con más confianza, decisión y con mucha más creatividad, hubiese generado en cada caso, una mejor solución. Sin embargo, necesitaba mi propio tiempo para tomar consciencia de nuestra nueva situación.

Recuerdo el rodar con ustedes en un parque infantil durante una soleada tarde en la ciudad de los vientos. Cuando apenas tenías unos, dos o tres años de edad. Todavía mis pies recordaban como corrían detrás de tu hermana para enseñarle a rodar en bicicleta. En ese momento yo estaba, bastante atascado en una simple grama, por cierto muy bien nivelada. Una superficie que nadie la asumiría como una gran preocupación – La verdad es que para mí, si lo fue – Pensé y me trasladé al momento cuando regresáramos a casa y comenzáramos esta nueva vida y me preguntaba…¿Cómo haré para enseñarle a rodar bicicleta a Sebas? Si ni siquiera puedo moverme con tranquilidad por una superficie plana, por supuesto, me arropó la angustia y esta a su vez se cobijó con una gran esperanza, solo equivalente a mis ganas de vivir.

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Foto por @sofisfiligoy

Ahora diez años después de ese momento, te veo rodar con increíble sensibilidad. Alimentada por tu aguda curiosidad. Ambas virtudes te permiten adaptarte con fluidez y soltura a casi todo tipo de superficies (algo rodables). –En ellas sabes que hacer, tu curiosidad junto a tu perseverancia y tu constancia, te ha permitido profundizar en los detalles que hoy en día, te convierten en un patinador mucho más completo–. Con los recursos suficientes para aprovechar, lo resbaloso de un piso de granito pulido, donde el derrape forma parte natural de tu andar (un verdadero deleite visual). Por supuesto también funcionas muy bien en superficies muy accidentadas. Esas que están llenas de minúsculos escalones o tropezones, producto de la gran porosidad generada por un cemento mal vaciado o un asfalto ya muy maltratado. Obligando a deslizarte acompañado de pequeños pasos para no tropezar y caer.

El caso es que ahora cuando acabas de llegar a los 13. Me doy cuenta que esa necesidad de siempre profundizar más, para conocer mejor los detalles de infinidad de situaciones, que pasan por el frente de tu vida. Ha merecido una importante cantidad de tus esfuerzos, no siempre recompensados claramente y eso justamente, es lo que | Estaba por decirte… |

Hijo, la curiosidad con la que avanzas está directamente proporcionada con la pasión que utilizas para construir gran parte de tus enseñanzas…

Aliméntala siempre con descubrimientos positivos que valga la pena ser compartidos… De esa manera, te mantendrás motivado y exigido.  

La próxima: #EstabaPorDecirte TE ACERCAS A UN ORDEN MAYOR
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Foto por @sofisfiligoy
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Foto por @sofisfiligoy

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